Heminway escribió una vez: el mundo es un buen lugar por el que merece la pena luchar... sólo estoy de acuerdo con la segunda parte.
Morgan Freeman - Seven
Llevaba semanas pensando en qué tema debería tocar en este, mi nuevo artículo para Revelaciones de un Cuervo. Esas semanas se han convertido en más de dos meses de inactividad en el blog, que justificaré más adelante, pero basta decir que me he dedicado a escribir y a hacerlo con un nuevo criterio. Esta idea sobre contaros un poco más acerca de la saga de libros de fantasía que estoy escribiendo, El Trastorno de Elaranne, llevaba un tiempo rondándome y, finalmente, he decidido compartir con vosotros algunos detalles que espero os resulten interesantes.
¡Escribe, escla...! ¡Bah! Vas a hacer lo que te salga de las amígdalas y
encima reutilizas foto y chiste de otro artículo. ¡Verguenza!
Lo cierto es que me di cuenta de que no había explicado apenas nada de la saga, sino que me había centrado en el primer volumen, La primavera ausente. Pero es necesario explicar algunas cosas de El Trastorno de Elaranne, por qué creo que merece la pena escribirla (¡y leerla!) y hacer un pequeño informe de en qué punto me encuentro y las perspectivas de futuro. Y es que una saga literaria es un todo, un pequeño universo que necesita de todas sus partes para existir con coherencia.
Una saga, cuatro estaciones
Lo primero que has de saber, amigo lector, es que El Trastorno de Elaranne es una saga que constará de cuatro volúmenes no independientes. «¿Por qué una saga? —puedes estar preguntándote mientras enarcas una ceja— Con lo que a mí me gustan los libros autoconclusivos y, a poder ser, cortitos». Bien, si ese es tu caso, probablemente lo mejor que puedes hacer es no leerlos. No prometo brevedad, pero sí prometo intentar quemar la paja y dejar sólo lo que considere necesario para explicar mi historia. Y es por eso, por la envergadura de la historia que deseaba contar, que en su momento estimé que necesitaría cuatro volúmenes para hacerlo. Además, hay un laborioso trabajo de worldbuilding detrás que, sinceramente, no me apetece desperdiciar usándolo únicamente en un libro autoconclusivo. El mundo de Elaranne tiene muchas historias que contar todavía.
El número de volúmenes también tiene otras connotaciones. Cada uno de ellos va a estar asociado a una estación del año de una forma más o menos evidente (La primavera ausente pertenece al grupo de los más evidentes) y, por supuesto, al concepto y lo que nos evoca cada una de ellas. El segundo volumen, que denomino Proyecto Otoño hasta que le encuentre título, irá ligado a… creo que no hace falta decirlo xD. El tercero evocaría al verano y el cuarto al invierno.
Usar las cuatro estaciones como inspiración. ¡Qué ingenio! Eso no lo ha
hecho nadie desde Vivaldi, por lo menos.
Además de la saga principal, tengo la firme intención de escribir otro libro dentro del mismo universo. Sería una especie de precuela ambientada un siglo y medio antes de los sucesos que se narran en El Trastorno de Elaranne. Y otras ideas más difusas y alocadas revolotean por mi mente, pero eso lo dejaremos para el futuro y dependerá de la acogida del resto de libros. Procuro no hacer planes a tan largo plazo.
Un mundo trastornado
¿Pero cuál es realmente el late motiv de mi saga? ¿De qué va? Como quiera que Elaranne es un nombre propio y que, como ya he explicado, se refiere al mundo en el que transcurren mis novelas, me permito incluir la definición que da la RAE del verbo trastornar.
trastornar
De tras- y tornar.
1. tr. Invertir el orden regular de algo.
2. tr. Alterar la normalidad del funcionamiento de algo o de la actividad de alguien.
3. tr. inquietar (‖ quitar el sosiego).
4. tr. Perturbar o alterar el funcionamiento normal de la mente o la conducta de alguien.
5. tr. p. us. Volver algo de abajo arriba o de un lado a otro.
Es decir, un trastorno es una alteración, a menudo radical, de algo. Un mundo trastornado es un mundo que se tambalea, que cambia y se vuelve caótico e impredecible. Además, todos lo relacionamos con conductas extrañas o problemas de índole mental o conductual. Lo cual casa muy bien con varios personajes, algunos de ellos muy importantes, que aparecen en la saga. Y por supuesto con el propio mundo. Elaranne es dual, a veces cruel, oscuro y extraño, pero no miserable ni una representación rayana en la parodia de los peores instintos del ser humano, como en ciertas ambientaciones del grimdark.
Este mundo más que trastornado está... triturado.
Ba dum tss.
Si hablamos de los temas principales de la saga, las ideas o más bien sensaciones que espero que el lector reciba al leerla, el primero sería ese: el trastorno, la pérdida de lo que se considera normal y conocido y el cambio traumático. Hay más ideas subyacentes: la esperanza y el vacío interior cuando se carece de ella, la confianza y las mentiras, la soledad, la rabia, el amor y el crecimiento personal derivado de, como no, el sufrimiento extremo. Todos ellos aparecerán, en mayor o menor medida, con más o menos claridad, a lo largo de la saga.
Fantasía... whatever
Imagino que muchos querréis saber en qué categoría de la fantasía englobar El Trastorno de Elaranne. Bien, es evidente que es fantasía, y me atrevería a decir que es fantasía épica o medieval, pero ahí acaba todo intento de categorización, ya que yo mismo tengo problemas para englobarla en una u otra subcategoría. Tiene un poco de grimdark, algo de fantasía oscura, una pizca de juvenil, algo de heroica y me gusta creer que podría encajar dentro de la alta fantasía. Al final todo se reduce que mis influencias son muchas y variadas y que detesto las etiquetas. Además, como ya comenté en este artículo anterior Fantasía moderna vs. tradicional, he intentado guardar un equilibrio entre elementos de la fantasía más clásica y otra de corte moderna y actual. Sí, encontrarás clichés y estructuras típicas del Viaje del Héroe, pero también te encontrarás con otras tantas que espero te resulten refrescantes.
Y es precisamente en esa intersección entre lo nuevo y lo viejo, entre lugares comunes y territorio inexplorado, entre lo épico y lo más íntimo, donde creo que se encuentra El Trastorno de Elaranne y, también, sus posibles lectores.
Aquí y ahora
Hablaría de los problemas que he tenido durante los largos años de gestación de La primavera ausente y de la propia saga, pero ya he comentado algunas cosas en artículos pasados y no me parece demasiado relevante a estas alturas. Más interesante es que tras la publicación de mi primer libro me he encontrado con estas tres verdades que detallo a continuación:
Escribir y publicar un libro no te garantiza que no la cagues de increíbles y novedosas maneras con el siguiente a la hora de escribirlo.
Trabajar 10 o 12 horas al día y escribir durante el mismo día es incompatible. Hacer las cosas a medias, escribir “cuando se pueda”, es incompatible con ser escritor. Al menos, con ser el escritor que yo quiero ser.
La motivación y la organización lo son todo para un escritor.
Hace un par de meses me di cuenta de que jamás iba a acabar el siguiente volumen en la fecha que tenía proyectada si no hacía cambios drásticos en mi forma de hacer las cosas. Y eso hice. Desde hace un par de semanas me comprometí conmigo mismo a seguir una rutina semanal que consiste en escribir unas 500-1000 palabras al día de lunes a viernes y entre 4000 y 5000 el fin de semana. El objetivo sería superar las 8000 a la semana. Es una cantidad relativamente conservadora para un autor que no se gana la vida escribiendo libros, pero suficiente para cumplir la hoja de ruta de la saga.
Profecías y augurios
La primavera ausente, el volumen número 1 de El trastorno de Elaranne, se publicó el 14 de Abril de 2018. Dentro de poco se cumplirá un año de su publicación cosa que aprovecharé para hacer descuentos y promociones. Pero eso es pasado y del presente ya he hablado. ¿Cómo se presenta el futuro para la saga de El Trastorno de Elaranne?
El segundo volumen se publicará durante el verano de este año y está cerca de la mitad de su primer borrador.
El tercer volumen saldría durante el segundo trimestre del 2020.
El cuarto volumen saldría durante el invierno de ese mismo año.
El volumen autoconclusivo debería estar listo entre el tercero y el cuarto, si es posible, o justo después de la conclusión de la saga principal. Tengo un 20 % escrito e iré trabajando en él a la misma vez que el resto de la saga.
Las fechas que he dado no son una estimación. Los arcanos mayores
me las han chivado y lo que ellos digan va a misa.
No toda locura es mala
Una máxima de mis libros podría ser la que aduce el encabezado de arriba, no toda locura es negativa. No siempre se puede mantener el control y este no tiene porqué ser positivo. A veces los repudiados, los enajenados, aquellos que la sociedad aparta, son justo lo que más necesitamos. Lo que se escapa a la norma puede hacernos libres. Si has leído La primavera ausente quizá entiendas de lo que hablo y si no lo has hecho te animo a hacerlo. Es un libro de más de quinientas páginas con un precio muy ajustado, está escrito con todo el esmero que he podido y si te gusta lo que has leído hasta ahora en este artículo, estoy seguro de que el libro te encantará. Confía en la sabiduría del cuervo, él dice que es un buen libro y yo nunca me atrevería a llevarle la contraria porque él puede hacer temblar los cimientos de tu propio ser.
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